"Escucha, oh Jehová,
mis
palabras;
Considera
mi gemir.
2 Está atento
a
la voz de mi clamor,
Rey
mío y Dios mío,
Porque a ti oraré.
3 Oh Jehová, de mañana oirás mi voz;
De
mañana me presentaré
delante de ti,
y esperaré.
4 Porque tú no eres un Dios
que se complace en la maldad;
El malo no habitará junto a ti.
5 Los insensatos no estarán
delante de tus ojos;
Aborreces a todos los que hacen iniquidad.
6 Destruirás a los que hablan mentira;
Al
hombre sanguinario y engañador
abominará Jehová.
7 Mas yo por la abundancia
de tu misericordia
entraré en tu casa;
Adoraré hacia tu santo
templo
en tu temor.
8 Guíame, Jehová, en tu justicia,
a causa de mis enemigos;
Endereza delante de mí
tu camino.
9 Porque en la boca de ellos
no hay sinceridad;
Sus
entrañas son maldad,
Sepulcro
abierto es su garganta,
Con
su lengua hablan lisonjas.
10 Castígalos, oh Dios;
Caigan por sus mismos consejos;
Por la multitud de sus transgresiones
échalos fuera,
Porque se rebelaron contra ti.
11 Pero alégrense todos
los que en ti confían;
Den voces de júbilo para siempre,
porque tú los defiendes;
En ti se regocijen
los que
aman tu nombre.
12 Porque tú, oh Jehová,
bendecirás al justo;
Como con un escudo
lo rodearás de tu favor."
( Libro de Los Salmos capítulo 5:1-12 Reina-Valera 1960)