viernes, 24 de mayo de 2024

2. ¡levántate y ven! Capítulo 2 Cantares


El Cantar de los cantares
(Capitulo 2)
   

1     Yo soy la rosa de Sarón,
        el lirio de los valles.
2      Como el lirio entre los espinos
        es mi amada entre las jóvenes.
3      Como un manzano entre árboles silvestres es mi amado entre los jóvenes.
        A su sombra deseada me senté
        y su fruto fue dulce a mi paladar.
4     Me llevó a la sala de banquetes
        y tendió sobre mí la bandera de su  amor.
5     Sustentadme con pasas,
        confortadme con manzanas,
        porque estoy enferma de amor.
6     Su izquierda esté debajo de mi cabeza;
        con su derecha me abrace.
7     ¡Yo os conjuro, hijas de Jerusalén,
        por las gacelas y las ciervas del campo,
 que no despertéis a mi amor!
        ¡Dejadla dormir mientras quiera!

8     ¡La voz de mi amado! ¡Ya viene,
        saltando sobre los montes,
        brincando por los collados!


9     Semejante a una gacela es mi amado;
        como un joven cervatillo.
        Helo aquí, está tras nuestra pared,
        mirando por las ventanas,
        atisbando por las celosías.
10   Habló mi amado, y me dijo:
        «Amada mía, hermosa mía,
        levántate y ven.
11    Ya ha pasado el invierno,
        la lluvia ha cesado y se fue;
12    han brotado las flores en la tierra,
        ha venido el tiempo de la canción
        y se oye el arrullo de la tórtola en nuestro país.
13   Ya la higuera ha dado sus higos
        y las vides en cierne, su olor.
        »¡Amada mía, hermosa mía,
        levántate y ven!
14   Paloma mía, que anidas en lo oculto de la roca,
        en lo escondido de escarpados parajes,
        muéstrame tu rostro, 
    hazme oír tu voz, 
      porque tu voz es dulce 
      hermoso tu aspecto.»

15 ¡Cazadnos las zorras,
esas zorras pequeñas
que destruyen las viñas,
nuestras viñas en cierne!
16 ¡Mi amado es mío
y yo soy suya!
          Él apacienta entre los lirios.
17     Mientras despunta el día y huyen las sombras,
         vuelve, amado mío,
         como una gacela o un cervatillo
         por los montes de Beter.

 

(Libro Cantar de los cantares para la gloria y alabanza de Dios, revelada a su iglesia a través del maravilloso Espíritu Santo
 Capítulo 2:1-17 Reina-Valera 1960)

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viernes, 3 de mayo de 2024

1. ¡Cantar de los Cantares! Capítulo 1:1-17

El Cantar de los cantares
(Capitulo 1:1-17)
1     El «Cantar de los cantares», de Salomón. 
   
2   ¡Ah, si me besares 
con besos de tu boca! 
   
si porque mejores son tus amores 
que el vino
3 Delicioso es el aroma 
de tus perfumes,
 y tu nombre, 
perfume derramado.
   ¡Por eso las jóvenes te aman! 
 4   ¡Llévame en pos de ti! 
¡Corramos! 
 ¡El rey me ha llevado a sus habitaciones! 
Nos gozaremos y alegraremos contigo,
nos acordaremos de tus amores 
más que del vino.
¡Con razón te aman! 
5    Morena soy, hijas de Jerusalén 
        pero hermosa como las tiendas de Cedar, 
como las cortinas de Salomón
  
6      No reparéis en que soy morena,
 pues el sol me miró
        Los hijos de mi madre se enojaron contra mí; 
me pusieron a cuidar las viñas, 
mas mi viña, que era mía, no guardé. 
7   Dime tú, amado de mi alma,
 dónde apacientas tu rebaño, 
dónde descansas al mediodía; 
      pues ¿por qué he de andar como errante 
junto a los rebaños de tus compañeras? 
8    Si no lo sabes, hermosa entre las mujeres, sigue las huellas del rebaño, 
        y apacienta tus cabritas junto a las cabañas de los pastores.
9    A la yegua del carro del faraón te he comparado, amada mía. 
10  ¡Que hermosas son tus mejillas entre los pendientes y tu cuello entre los collares!
11    Zarcillos de oro te haremos con incrustaciones de plata.
12  Mientras el rey está en su reclinatorio, mi nardo esparce su fragancia.
13   Mi amado es para mí un saquito de mirra que reposa entre mis pechos.
14  Ramo de flores de alheña en las viñas de Engadi es mi amado para mí.
15  ¡Qué hermosa eres, amada mía, qué hermosa eres!¡Tus ojos son como palomas!
16   ¡Qué hermoso eres, amado mío, 
qué dulce eres!
        Frondoso es nuestro lecho;
17    de las vigas de nuestra casa, cedro; 
nuestro artesonado, ciprés.

 

(Libro Cantar de los cantares para la gloria y alabanza de Dios, revelada a su iglesia a través del maravilloso Espíritu Santo
 Capítulo 1:1-17 Reina-Valera 1960)

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