martes, 24 de septiembre de 2024

¡La comunión intima de Jehová es con los que le temen! Cantar de los cantares 7:1-13

 El Cantar de los cantares

(Capitulo 7)


1 ¡Cuán hermosos son tus pies en las sandalias,
Oh hija de príncipe!

Los contornos de tus muslos 
son como joyas,
Obra de mano 
de excelente maestro.
2 Tu ombligo como una taza redonda
Que no le falta bebida.
Tu vientre como montón de trigo
Cercado de lirios.
3 Tus dos pechos, como gemelos de gacela.
4 Tu cuello, como torre de marfil;
Tus ojos, como los estanques de Hesbón junto a la puerta de Bat-rabim;
Tu nariz, como la torre del Líbano,
Que mira hacia Damasco.
5 Tu cabeza encima de ti, 
como el Carmelo;
Y el cabello de tu cabeza, como la púrpura del rey
Suspendida en los corredores.
      
6 ¡Qué hermosa eres, 
y cuán suave,
Oh amor deleitoso!
7 Tu estatura es semejante
 a la palmera,
Y tus pechos a los racimos.

8 Yo dije: Subiré a la palmera,
Asiré sus ramas.
Deja que tus pechos 
sean como racimos de vid,
Y el olor de tu boca 
como de manzanas,
9 Y tu paladar como el buen vino,
Que se entra a mi amado suavemente,
Y hace hablar los labios de los viejos.
10 Yo soy de mi amado,
Y conmigo tiene su contentamiento.
11 Ven, oh amado mío, 
salgamos al campo,
Moremos en las aldeas.
12 Levantémonos de mañana
 a las viñas;
Veamos si brotan las vides, 
si están en cierne,
Si han florecido los granados;
Allí te daré mis amores.
13 Las mandrágoras han dado olor,
Y a nuestras puertas 
hay toda suerte de dulces frutas,
Nuevas y añejas, que para ti, oh amado mío, he guardado.

 

Libro Cantar de los cantares para la gloria y alabanza de Dios, revelada a su iglesia a través del maravilloso Espíritu Santo
 Capítulo 7:1-13 Reina-Valera 1960

`

viernes, 20 de septiembre de 2024

¡Yo soy de mi amado, y mi amado es mío! Cantar de los cantares Capítulo 6

El  Cantar de los cantares
(Capítulo 6:1-13)
El  Mutuo encanto del esposo y de la esposa
1 ¿A dónde se ha ido tu amado,
 oh la más hermosa de todas las mujeres?
¿A dónde se apartó tu amado,
Y lo buscaremos contigo?
2 Mi amado descendió a su huerto
a las eras de las especias,
Para apacentar en los huertos, 
y para recoger los lirios.
3 Yo soy de mi amado, 
y mi amado es mío;
Él apacienta entre los lirios   
4 Hermosa eres tú, 
oh amiga mía, como Tirsa;
De desear, como Jerusalén;
Imponente como ejércitos en orden.
 
5 Aparta tus ojos de delante de mí,
Porque ellos me vencieron.
Tu cabello es como manada de cabras
Que se recuestan en las laderas de Galaad.
6 Tus dientes, como manadas de ovejas que suben del lavadero,
Todas con crías gemelas,
Y estéril no hay entre ellas.
7 Como cachos de granada son tus mejillas
Detrás de tu velo.
8 Sesenta son las reinas, y ochenta las concubinas,
Y las doncellas sin número;
9 Mas una es la paloma mía, la perfecta mía;
Es la única de su madre,
La escogida de la que la dio a luz.
La vieron las doncellas, y la llamaron bienaventurada; 
Las reinas y las concubinas, y la alabaron.
10 ¿Quién es esta que se muestra como el alba,
Hermosa como la luna,
Esclarecida como el sol,
Imponente como ejércitos en orden?
11 Al huerto de los nogales descendí
A ver los frutos del valle,
Y para ver si brotaban las vides,
Si florecían los granados.
12 Antes que lo supiera, mi alma me puso
Entre los carros de Aminadab.
13 Vuélvete, vuélvete, oh sulamita;
Vuélvete, vuélvete, y te miraremos.
¿Qué veréis en la sulamita?
Algo como la reunión de dos campamentos.

 

Libro Cantar de los cantares para la gloria y alabanza de Dios, revelada a su iglesia a través del maravilloso Espíritu Santo
 Capítulo 6:1-13 Reina-Valera 1960
`