El juzgar a los demás
37 No
juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad,
y seréis perdonados.
38 Dad,
y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro
regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir.
39 Y
les decía una parábola: ¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán
ambos en el hoyo?
40 El
discípulo no es superior a su maestro; mas todo el que fuere
perfeccionado, será como su maestro.
41 ¿Por
qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga
que está en tu propio ojo?
42 ¿O
cómo puedes decir a tu hermano: Hermano, déjame sacar la paja que está en tu
ojo, no mirando tú la viga que está en el ojo tuyo? Hipócrita, saca primero la
viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja que está en el
ojo de tu hermano.