El rico insensato
13 Le dijo uno de la multitud:
Maestro, di a mi hermano que parta conmigo la herencia.
14 Mas él le dijo:
Hombre, ¿quién me ha puesto sobre vosotros como juez o partidor?
15 Y les dijo:
Mirad, y guardaos de toda avaricia;
porque la vida del hombre no consiste en la
abundancia de los bienes que posee.
16 También les
refirió una parábola, diciendo: La heredad de un hombre rico había producido
mucho.
17 Y él pensaba
dentro de sí, diciendo: ¿Qué haré, porque no tengo dónde guardar mis frutos?
18 Y dijo: Esto
haré: derribaré mis graneros, y los edificaré mayores, y allí guardaré todos
mis frutos y mis bienes;
19 y diré a mi alma:
Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; repósate, come, bebe,
regocíjate.
20 Pero Dios le
dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; ...
...y lo que has provisto, ¿de quién será?
...y lo que has provisto, ¿de quién será?
(Las Buenas Nuevas de nuestro Señor Jesucristo, revelada a su iglesia a través del maravilloso Espíritu Santo
Lucas, capítulo 12, versículos del 13 al 21 Reina-Valera 1960)
Notas:
Busquemos pues con diligencia "Las inescrutables riquezas de Cristo" y seremos ¡Ricos para con Dios!¿En que ocupas tu tiempo? ¿Cuál es el deseo de tu corazón? Si estas afanado por las riquezas terrenales, habrás perdido tu tiempo en vano, porque nada de lo que poseemos en esta tierra es eterno, todo es temporal, lo único que tendrá una repercusión en la eternidad es lo que hagamos para Cristo.Pues en ÉL se hallan las verdaderas riquezas. Y es despojándonos justamente de todo apego terrenal, en que encontramos sus riquezas, como dice Filipenses 3:8
Él nos
llenará de su presencia, de su unción, de su VIDA, de su gloria, de su amor, de su paz, de su sabiduría, del conocimiento de su Gloria, que es más valiosa que las piedras preciosas, o el oro; preparándonos día a día para entrar al cielo ¡A la eternidad en santidad! Esto es un proceso que va en
aumento en la medida en que nos rindamos al Señorío de CRISTO, en la medida en que nos dediquemos a buscar de su presencia, con un corazón contrito y humillando, reconociendo nuestra necesidad de Él, reconociendo nuestros pecados y nuestras rebeliones, arrepintiéndonos de todo corazón. Y es a través de su Espíritu Santo que obra todo ello en nuestro ser.
Es en la medida que resistamos con fe, todos los sufrimientos por la causa de Cristo que se van a ir cumpliendo en la vida de todo hijo de Dios, sabiendo que todo obra para bien para los que amamos al Señor. Confiando en Él como un niño confía en su padre...