domingo, 31 de enero de 2021

¡LA DICHA DEL PERDÓN! Salmo 32


1 Bienaventurado aquel cuya transgresión 
ha sido perdonada,
y cubierto su pecado.
2 Bienaventurado el hombre a quien Jehová
no culpa de iniquidad,
Y en cuyo espíritu no hay engaño.

3 Mientras callé, 
se envejecieron mis huesos
En mi gemir todo el día.
4 Porque de día y de noche
se agravó sobre mí tu mano;
Se volvió mi verdor
en sequedades de verano. 
5 Mi pecado te declaré,
y no encubrí mi iniquidad.
Dije:
Confesaré mis transgresiones
 a Jehová;
Y tú perdonaste
la maldad de mi pecado. 

6 Por esto orará a ti todo santo
 en el tiempo en que puedas ser hallado;
Ciertamente en la inundación de muchas aguas
no llegarán éstas a él.
7 Tú eres mi refugio;
me guardarás de la angustia;

Con cánticos de liberación
me rodearás. 

8 Te haré entender, 
y te enseñaré el camino
 en que debes andar;

Sobre ti fijaré mis ojos.

9 No seáis como el caballo, o como el mulo,
sin entendimiento,
Que han de ser sujetados con cabestro y con freno,
Porque si no, no se acercan a ti.
10 Muchos dolores habrá para el impío;
Mas al que espera en Jehová,
le rodea la misericordia.

11 Alegraos en Jehová y gozaos, justos;
Y cantad con júbilo todos vosotros
los rectos de corazón.
Salmo 32:1-11
Reina-Valera 1960