1
Yo dije: Atenderé a mis caminos,
Para no pecar con mi lengua;
Guardaré mi boca con freno,
En tanto que el impío
esté delante de mí.
me callé
aun respecto de lo bueno;
Y se agravó mi dolor.
3 Se enardeció mi corazón dentro
de mí;
En mi meditación se encendió fuego,
Y así proferí con mi lengua:
4 Hazme saber, Jehová, mi fin,
Y cuánta sea la medida de mis días;
Sepa yo cuán frágil soy.
Ciertamente es completa vanidad
todo hombre que vive. Selah
Ciertamente en vano se afana;
Amontona riquezas,
y no sabe quién las recogerá.
7 Y ahora, Señor, ¿qué esperaré?
Mi esperanza está en ti.
del insensato.
9 Enmudecí, no abrí mi boca,
Porque tú lo hiciste.
10 Quita de sobre
mí tu plaga;
Estoy consumido bajo los golpes
de tu mano.
11 Con castigos por el pecado
corriges al hombre,
Y deshaces como polilla
lo más estimado de él;
es todo hombre. Selah
12 Oye mi oración,
oh Jehová,
y escucha mi clamor.
No calles ante mis lágrimas;
Porque forastero soy para ti,
Y advenedizo, como todos mis padres.
13 Déjame, y tomaré
fuerzas,
Antes que vaya y perezca.