1 Bienaventurado el que piensa en el pobre;
En el día malo lo librará Jehová.
2 Jehová lo guardará, y le dará vida;
Será bienaventurado en la tierra,
Y no lo entregaras a la voluntad de sus enemigos.
3 Jehová lo sustentará
sobre el lecho del dolor;
Mullirás toda su cama en su enfermedad.
4 Yo dije: Jehová, ten misericordia de mí;
Sana mi alma, porque contra ti he pecado.
5 Mis enemigos dicen mal de mí, preguntando: ¿Cuándo morirá, perecerá su nombre?
6 Y si vienen a verme, hablan mentira;
Su corazón recoge para sí iniquidad,
Y al salir fuera la divulgan.
7 Reunidos murmuran contra mí todos los que me aborrecen;
Contra mí piensan mal, diciendo de mí:
8 Cosa pestilencial se ha apoderado de él;
Y el que cayo en cama no volverá a levantarse.
9 Aun el hombre de mi paz,
en quien yo confiaba,
el que de mi pan comía,
Alzó contra mí el calcañar.
10 Mas tú, Jehová, ten misericordia de mí,
y hazme levantar,
Y le daré el pago.
11 En esto conoceré que te he agradado,
Que mi enemigo no se huelgue de mí.
Y me has hecho estar delante de ti
para siempre.
13 Bendito sea Jehová, el Dios de Israel,
Por los siglos de los siglos.
Amén y Amén.
Libro de Los Salmos capítulo 41:1-13 Reina-Valera 1960