¡Advertencia al que peca deliberadamente!
(Hebreos 10:26-39)
26 Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad,
ya no queda más sacrificio por los pecados,
27 sino una horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios.
28 El que viola la ley de Moisés, por el testimonio de dos o de tres testigos muere irremisiblemente.
29 ¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia?
30 Pues conocemos al que dijo: Mía es la venganza, yo daré el pago, dice el Señor.(*) Y otra vez: El Señor juzgará a su pueblo.(*)
31 ¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo!
32 Pero traed a la memoria los días pasados, en los cuales, después de haber sido iluminados, sostuvisteis gran combate de padecimientos;
33 por una parte, ciertamente, con vituperios y tribulaciones fuisteis hechos espectáculo; y por otra, llegasteis a ser compañeros de los que estaban en una situación semejante.
34 Porque de los presos también os compadecisteis, y el despojo de vuestros bienes sufristeis con gozo, sabiendo que tenéis en vosotros una mejor y perdurable herencia en los cielos.
35 No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón;
36 porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa.
37 Porque aún un poquito,
Y el que ha de venir vendrá, y no tardará.
38 Mas el justo vivirá por fe;
Y si retrocediere, no agradará a mi alma.
39 Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para preservación del alma.
(Carta a los Hebreos para la gloria y alabanza de Dios, revelada a su iglesia a través del maravilloso Espíritu Santo