lunes, 31 de octubre de 2016

¡LA VOZ QUE CLAMA EN EL DESIERTO!

¡Enderezad el camino del Señor!
19 Este es el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron de Jerusalén sacerdotes y levitas para que le preguntasen: ¿Tú, quién eres? 
20 Confesó, y no negó, sino confesó: Yo no soy el Cristo. 
21 Y le preguntaron: ¿Qué pues? ¿Eres tú Elías? 
Dijo: No soy. ¿Eres tú el profeta?  Y respondió: No.
22 Le dijeron: ¿Pues quién eres? para que demos respuesta a los que nos enviaron.
¿Qué dices de ti mismo?
23 Dijo: Yo soy la voz de uno que clama en el desierto: 
Enderezad el camino del Señor
 como dijo el profeta Isaías.
"PREPARAD EL CAMINO A JEHOVÁ; ENDEREZAD CALZADA EN LA SOLEDAD A NUESTRO DIOS" 
24 Y los que habían sido enviados eran de los fariseos.
25 Y le preguntaron, y le dijeron:
¿Por qué, pues, bautizas, si tú no eres el Cristo, 
ni Elías, ni el profeta?
26 Juan les respondió diciendo: 
Yo bautizo con agua;... 

mas en medio de vosotros 
está uno a quien vosotros no conocéis.
27 Este es el que viene después de mí, 
el que es antes de mí
del cual yo no soy digno 
de desatar la correa del calzado...
 
28 ...Estas cosas sucedieron en Betábara, al otro lado del Jordán, donde Juan estaba bautizando. 

29 El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.

30 Este es aquel de quien yo dije: Después de mí viene un varón, el cual es antes de mí; porque era primero que yo.

31 Y yo no le conocía; mas para que fuese manifestado a Israel, por esto vine yo bautizando con agua.


32 También dio Juan testimonio, diciendo: Vi al Espíritu que descendía del cielo como paloma, y permaneció sobre él.
33 Y yo no le conocía; pero el que me envió a bautizar con agua, aquél me dijo: Sobre quien veas descender el Espíritu y que permanece sobre él
ése es el que bautiza con el Espíritu Santo.
34 Y yo le vi, y he dado testimonio de que éste es el Hijo de Dios.

(El verbo hecho carne, San Juan 1:19-34 Reina Valera 1960)
¡ALELUYA!
*¡Precioso Jesús! 
¡El amado de los cielos y de nuestros corazones!* 



Pueden continuar leyendo el evangelio de Juan en: LOS PRIMEROS DISCÍPULOS
¡Dios les bendiga!