¡LA ORACIÓN DESATA EL PODER DE DIOS!
Jesús sana a un leproso
Jesús sana a un leproso
12 Sucedió que estando él en una de las ciudades, se presentó un
hombre lleno de lepra, el cual, viendo a Jesús, se postró con el rostro en
tierra y le rogó, diciendo:
Señor, si quieres, puedes limpiarme.
Señor, si quieres, puedes limpiarme.
13 Entonces, extendiendo él la mano, le tocó, diciendo: Quiero; sé
limpio.
Y al instante la lepra se fue de él.
Y al instante la lepra se fue de él.
14 Y él le mandó que no lo dijese a nadie;
sino ve, le dijo, muéstrate al sacerdote, y ofrece por tu purificación, según mandó Moisés, para testimonio a ellos.
sino ve, le dijo, muéstrate al sacerdote, y ofrece por tu purificación, según mandó Moisés, para testimonio a ellos.
15 Pero su fama se extendía más y más; y se reunía mucha gente para
oírle, y para que les sanase de sus enfermedades.
16 Mas él se apartaba a lugares desiertos, y oraba.
(Poderoso Evangelio de nuestro Señor Jesucristo, escrito por Lucas, capítulo 5, versículos del 12 al 16 Reina-Valera 1960)
En la "dependencia" a Dios, está la victoria grande, para su eterna Gloria, debemos procurar estar con nuestros sentidos espirituales ligados al Señor Jesús, para oír su dirección, su voz, y actuar en respuesta a esa dirección, confiando plenamente en él. Así lo dice su eterna palabra:
" Puestos los ojos en Jesús, autor y consumador de nuestra fe"
Tal como él vivió, en dependencia y unidad con el Padre, para vencer al diablo.
Por ello nuestra vida debe ser sensible a su Espíritu, no permitamos que nuestro ser se endurezca, por la falta de oración, humillación, y meditación de sus enseñanzas, recordemos siempre que la "comunión intima del Señor es con los contritos de espiritu..."
¡Oremos, para ser renovados, visitados con su preciosa presencia...!
Dios quiere que andemos en su presencia, como anduvo Jesús en los dias de su carne (Hebreos 5:7)
¡Oremos, para ser renovados, visitados con su preciosa presencia...!
Dios quiere que andemos en su presencia, como anduvo Jesús en los dias de su carne (Hebreos 5:7)