La
venida del Hijo del Hombre
25 Entonces habrá señales en el sol, en la luna...
...y en las estrellas,
y en la tierra angustia de las gentes,
confundidas a causa del bramido del mar y de las olas;
26 desfalleciendo los hombres por el temor
y la expectación de las cosas que sobrevendrán en la tierra; porque las
potencias de los cielos serán conmovidas.
28 Cuando estas cosas comiencen a suceder,
erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca.
29 También les dijo una parábola: Mirad la
higuera y todos los árboles.
30 Cuando ya brotan,
viéndolo, sabéis por vosotros mismos que el verano está ya cerca.
viéndolo, sabéis por vosotros mismos que el verano está ya cerca.
31 Así también vosotros, cuando veáis que
suceden estas cosas, sabed que está cerca el reino de Dios.
32 De cierto os digo, que no pasará esta
generación hasta que todo esto acontezca.
33 El cielo y la tierra pasarán, pero mis
palabras no pasarán.
34 Mirad también por vosotros mismos, que
vuestros corazones no se carguen de glotonería y embriaguez y de los afanes de
esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día.
35 Porque como un lazo vendrá sobre todos
los que habitan sobre la faz de toda la tierra.
36 Velad, pues, en todo tiempo orando que
seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de
estar en pie delante del Hijo del Hombre.
37 Y enseñaba de día en el templo;
y de noche, saliendo, se estaba en el monte que se llama de los Olivos.
y de noche, saliendo, se estaba en el monte que se llama de los Olivos.
38 Y todo el pueblo venía a él por la
mañana, para oírle en el templo.
Lucas, capítulo 21, versículos del 25 al 31 Reina-Valera 1960)
(Las Buenas Nuevas de nuestro Señor Jesucristo, revelada a su iglesia a través del maravilloso Espíritu Santo