Rebosa mi corazón
palabra buena;
de los hijos de los hombres;
52 La gracia se derramó en tus labios;
Por tanto, Dios te ha bendecido para siempre.
3
Ciñe tu espada sobre el muslo,
oh valiente,
Con tu gloria y con tu majestad.
Cabalga sobre palabra de verdad,
de humildad y de justicia,
Y tu diestra te enseñará cosas terribles.
5 Tus saetas agudas, con que caerán pueblos debajo de ti, penetrarán en el corazón de los enemigos del rey.
y aborrecido la maldad;
Por tanto, te ungió Dios,
el Dios tuyo,
Con óleo de alegría
más que a tus compañeros.
8 Mirra, áloe y casia
exhalan...
Está la reina a tu diestra
con oro de Ofir.
10
10 Oye, hija, y mira, e inclina tu oído;
Olvida tu pueblo,
y la casa de tu padre;
11 Y deseará el rey tu hermosura;
13
13 Toda gloriosa es la hija del rey en su morada;
De brocado de oro es su vestido.
será llevada al rey;
Vírgenes irán en pos de ella,