jueves, 2 de enero de 2025

6. ¡VAMOS ADELANTE A LA PERFECCIÓN! Hebreos 5:11-14; 6:1-20 RV60


¡Jesús el gran sumo sacerdote!
(Hebreos  5:11-14; 6:1-20)
11 Acerca de esto 
tenemos mucho que decir, 
y difícil de explicar, 
por cuanto os habéis hecho
 tardos para oír.
 12 Porque debiendo ser 
ya maestros,
 después de tanto tiempo, 
tenéis necesidad de que 
se os vuelva a enseñar 
cuáles son los primeros rudimentos
 de las palabras de Dios; 
y habéis llegado a ser tales 
que tenéis necesidad de leche,
 y no de alimento sólido. 
13 Y todo aquel que participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia, porque es niño;
14 pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal.
1 Por tanto, dejando ya 
los rudimentos
de la doctrina de Cristo, 
vamos adelante a la perfección; 
no echando otra vez 
el fundamento del arrepentimiento 
de obras muertas, 
de la fe en Dios,
 2 de la doctrina de bautismos, 
de la imposición de manos, 
de la resurrección de los muertos
 y del juicio eterno. 
3 Y esto haremos, si Dios en verdad lo permite. 
4 Porque es imposible que los que una vez fueron iluminados y gustaron del don celestial, y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo, 
5 y asimismo gustaron de la buena palabra de Dios y los poderes del siglo venidero, 
6 y recayeron, sean otra vez renovados para arrepentimiento, crucificando de nuevo para sí mismos al Hijo de Dios y exponiéndole a vituperio. 

7 Porque la tierra que bebe la lluvia 
que muchas veces cae sobre ella, 
y produce hierba provechosa 
a aquellos por los cuales es labrada, recibe bendición de Dios; 
8 pero la que produce espinos y abrojos es reprobada, 
está próxima a ser maldecida,
 y su fin es el ser quemada.
9 Pero en cuanto a vosotros, oh amados, estamos persuadidos de cosas mejores, y que pertenecen a la salvación, aunque hablamos así. 
10 Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los santos y sirviéndoles aún. 
11 Pero deseamos que cada uno de vosotros muestre la misma solicitud hasta el fin, para plena certeza de la esperanza, 
12 a fin de que no os hagáis perezosos, sino imitadores de aquellos 
que por la fe y la paciencia 
heredan las promesas.
13 Porque cuando Dios hizo la promesa a Abraham, no pudiendo jurar por otro mayor, juró por sí mismo,
 14 diciendo: De cierto te bendeciré con abundancia y te multiplicaré grandemente. 
15 Y habiendo esperado con paciencia, alcanzó la promesa. 
16 Porque los hombres ciertamente juran por uno mayor que ellos, y para ellos el fin de toda controversia es el juramento para confirmación. 
17 Por lo cual, queriendo Dios mostrar más abundantemente a los herederos de la promesa la inmutabilidad de su consejo, interpuso juramento; 

18 para que por dos cosas inmutables, en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos un fortísimo consuelo los que hemos acudido para asirnos de la esperanza puesta delante de nosotros. 
19 La cual tenemos como segura y firme ancla del alma, y que penetra hasta dentro del velo,
 20 donde Jesús entró por nosotros como precursor, 
hecho sumo sacerdote para siempre 
según el orden de Melquisedec.
 
(Carta a los Hebreos para la gloria y alabanza de Dios, revelada a su iglesia a través del maravilloso Espíritu Santo
 Hebreos 5:11-14; 6:1-20 Reina-Valera 1960)
"Puestos los ojos en  
, 
el autor y consumador de la fe, 

el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruzmenospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra de 
Dios"  Hebreos 12:2