¡Jesús el gran sumo sacerdote!
(Hebreos 4:14-16; 5:1-10)
14 Por tanto, teniendo
un gran sumo sacerdote
que traspasó los cielos,
Jesús el Hijo de Dios,
retengamos nuestra profesión.
15 Porque no tenemos
un sumo sacerdote
que no pueda compadecerse
de nuestras debilidades,
sino uno que fue tentado en todo
según nuestra semejanza,
pero sin pecado.
16 Acerquémonos, pues,
confiadamente
al trono de la gracia,
para alcanzar misericordia
y hallar gracia
para el oportuno socorro.
(Capitulo 5:1-10)
1 Porque todo sumo sacerdote
tomado de entre los hombres
es constituido a favor
de los hombres
en lo que a Dios se refiere,...
...para que presente ofrendas y sacrificios por los pecados;
2 para que se muestre
paciente
con los ignorantes
y extraviados,
puesto que él también
está rodeado de debilidad;
3 y por causa de ella
debe ofrecer por los pecados,
tanto por sí mismo
como también por el pueblo.
4 Y nadie toma para sí esta honra, sino el que es llamado por Dios, como lo fue Aarón.
5 Así tampoco Cristo se glorificó a sí mismo haciéndose sumo sacerdote, sino el que le dijo:
Tú eres mi Hijo,
Yo te he engendrado hoy.
6 Como también dice en otro lugar:
Tú eres sacerdote
para siempre,
Según el orden de
Melquisedec.
7 Y Cristo, en los días de su carne,
ofreciendo ruegos y súplicas
con gran clamor y lágrimas
al que le podía librar
de la muerte,
fue oído a causa
de su temor reverente.
8 Y aunque era Hijo,
por lo que padeció
aprendió la obediencia;
9 y habiendo sido perfeccionado,
vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen;
10 y fue declarado por Dios
sumo sacerdote
según el orden de Melquisedec.
(Carta a los Hebreos para la gloria y alabanza de Dios, revelada a su iglesia a través del maravilloso Espíritu Santo
el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra de
Dios" Hebreos 12:2