“Viendo la multitud, subió al monte; y sentándose, vinieron a él sus discípulos. Y abriendo su boca les enseñaba…”
El maestro dejo clara su posición frente a la ley ahora empieza a mostrar la profundidad del cumplimiento de la misma, ya no solo el matar es pecado, sino la ira, lo es, mostrando de esta manera la necesidad del hombre de revestirse del Señor en el ser interior para vivir en santidad, nivel requerido, para entrar en su reino:
Jesús y la ira
21 Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera que matare será culpable de juicio.
22 Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su hermano será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego.
23 Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti,
24 deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda.
25 Ponte de acuerdo con tu adversario pronto, entre tanto que estás con él en el camino, no sea que el adversario te entregue al juez, y el juez al alguacil, y seas echado en la cárcel.
26 De cierto te digo que no saldrás de allí, hasta que pagues el último cuadrante.
(Evangelio del Señor Jesucristo, escrito por el apóstol Mateo Capítulo 5 versículos del 21-26 Versión: Reina-Valera 1960)