“Viendo la multitud, subió al monte; y sentándose, vinieron a él sus discípulos. Y abriendo su boca les enseñaba…”
17 No penséis que he venido para abrogar (*) la ley o los profetas;
no he venido para abrogar, sino para cumplir.
18 Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra,
ni una jota ni una tilde
pasará de la ley,
hasta que todo se haya cumplido.
19 De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños,
y así enseñe a los hombres,
muy pequeño será llamado
en el reino de los cielos;
mas cualquiera que los haga y los enseñe,
éste será llamado grande
en el reino de los cielos.
20 Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos.
(Evangelio del Señor Jesucristo, escrito por el apóstol Mateo Capítulo 5 versículos del 17-20 Versión: Reina-Valera 1960)
"No penséis que he venido para abrogar (*) la ley o los profetas; no he venido para abrogar sino para cumplir:" Mateo 5:17
Abrogar: abolir, revocar, anular, quitar...
Abrogar: abolir, revocar, anular, quitar...
“Hasta que todo se
haya cumplido”
La afirmación de Jesús
en Mateo 5:18 deja aun más claro que Él no vino para destruir o anular la
ley: “Porque
de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una
tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido”.
Aquí Jesús comparó la
continuación de la ley con la permanencia del cielo y la tierra.
Aquí está diciendo que las leyes
espirituales de Dios son inmutables e indestructibles.
En éste versículo la
palabra griega para “cumplido” es ginomai, que significa convertirse, llevar
a cabo” (Vine: “Cumplir, cumplimiento, cumplido”).
Jesús explica aquí que hasta que el plan
de Dios de glorificar la humanidad en su reino se cumpla a cabalidad, esto es, que
mientras seamos todavía seres humanos en la carne, la codificación física de la
ley de Dios en las Escrituras es necesaria y la certeza de que perdure es tan
cierta como la existencia continúa del universo.
Jesús concluyó sus
comentarios acerca de la ley de Dios con una advertencia a los maestros
religiosos de la época: “De manera que cualquiera que
quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres,
muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que los haga
y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos” (Mateo 5:19).
Fuente: http://vidaesperanzayverdad.org
"En el Evangelio, no sólo es desagraviada la ley por el sacrificio de
Cristo, sino que es honrada por la obra del Espíritu de Dios en los corazones
de los hombres.
Mientras que bajo el antiguo pacto los mandamientos de la ley
excitaban a nuestras naturalezas perversas a la rebelión, bajo el pacto de
gracia aprobamos que la ley es buena, y nuestra oración es, "Enséñame a
hacer tu voluntad, oh Señor".
Lo que la ley no pudo lograr debido a la debilidad de la carne, el Evangelio lo ha alcanzado por medio del Espíritu de Dios...
El Evangelio otorga las cosas requeridas por la ley. Dios exige obediencia bajo la ley: Dios obra obediencia bajo el Evangelio.
Lo que la ley no pudo lograr debido a la debilidad de la carne, el Evangelio lo ha alcanzado por medio del Espíritu de Dios...
El Evangelio otorga las cosas requeridas por la ley. Dios exige obediencia bajo la ley: Dios obra obediencia bajo el Evangelio.
La ley exige de
nosotros santidad: el Evangelio obra en nosotros esa santidad; de tal forma...que los
redimidos reciben realmente lo que la ley exige de ellos, y el Evangelio obra
en ellos lo que la ley requiere."
Fuente: Charles Haddson Spurgeon