miércoles, 31 de mayo de 2017

¡DADIVOSOS Y HUMILDES!

“Viendo la multitud, subió al monte; y sentándose, vinieron a él sus discípulos. Y abriendo su boca les enseñaba…” 
Precioso Jesús
Jesús y la limosna
1 Guardaos de hacer vuestra justicia delante de los hombres, (*) para ser vistos de ellos; de otra manera no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos.

Cuando, pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados por los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa.
Mas cuando tú des limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha,
para que sea tu limosna en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.
     
(Enseñanzas del Sermón del Monte, por el precioso Señor Jesucristo, registrado por el apóstol Mateo, capítulo 6, versículos del 1-4 Versión Reina-Valera 1960 )
Notas:
Enseñanzas de Jesús en su sermón del monte dirigido a sus discípulos:
(*)“Jesús comienza clarificando la ofensa que debemos evitar Piedad practicada para ganarse favor humano. “Lo que está en juego aquí no es realmente la cuestión de favorecer obras de piedad ‘privadas’ o ‘públicas’ sino la intención que las guía.”
“cuando Jesús habla de recompensar a los que cumplen estas obras justas, los que reciben la recompensa se sorprenden porque no tenían ninguna idea de que habían hecho algo fuera de serie o que alguien se diera cuenta de su caridad. La verdad es que no cumplieron obras caridad para ser recompensados. Es la combinación de obras generosas y actitudes humildes que abren el paso por donde Dios dispensa bendiciones.”…
“Jesús advierte que los que obran piadosamente para ser vistos por otros solo pueden esperar ser pagados por parte de su audiencia pública. Ya que buscan reconocimiento humano, tendrán que contentarse con reconocimiento humano – la única recompensa que recibirán.
Jesús simplemente estaba explicando que el motivo por la caridad no debe ser el deseo de ser reconocido por los demás"
“de cierto os digo, que ya tienen su recompensa” (v. 2b). Jesús no dice que Dios castigará a los que practican piedad en público. Solo dice que ellos ya han recibido su recompensa y así no hay necesidad de que Dios les recompense. Buscaron reconocimiento humano por sus acciones, por eso, Dios considerará este reconocimiento humano como su recompensa. Fuente Sermón Writer