1 Oye, oh Dios, mi clamor;
A mi oración atiende.
2 Desde el cabo de la tierra clamaré a ti,
cuando mi corazón desmayare.
Llévame a la roca que es más alta que yo,
3 Porque tú has sido mi refugio,
Y torre fuerte delante del enemigo.
4 Yo habitaré en tu tabernáculo para siempre; Estaré seguro bajo la cubierta de tus alas.
5 Porque tú, oh Dios, has oído mis votos;
Me has dado la heredad de los que temen tu nombre.
6 Días sobre días añadirás al rey;
Sus años serán como generación y generación.
7 Estará para siempre delante de Dios;
Prepara misericordia y verdad para que lo conserven.
8 Así cantaré tu nombre para siempre,
Pagando mis votos cada día.
(Libro de los Salmos para la gloria y alabanza de Dios, revelada a su iglesia a través del maravilloso Espíritu Santo Salmo 61:1-8 Reina-Valera 1960)