lunes, 22 de noviembre de 2021

¡LÍBRAME DE LOS QUE ME PERSIGUEN ! Salmo 55

 1 Escucha, oh Dios, mi oración, Y no te escondas de mi súplica.

Está atento, y respóndeme;

Clamo en mi oración, y me conmuevo, 

A causa de la voz del enemigo,
Por la opresión del impío;
Porque sobre mí echaron iniquidad,
Y con furor me persiguen. 
Mi corazón está dolorido 
dentro de mí, 
Y terrores de muerte sobre mí han caído. 
Temor y temblor 
vinieron sobre mí,
Y terror me ha cubierto.
Y dije: ¡Quién me diese alas como de paloma! 
Volaría yo, y descansaría. 
Ciertamente huiría lejos;
Moraría en el desierto. Selah 
Me apresuraría a escapar
Del viento borrascoso, de la tempestad. 
Destrúyelos, oh Señor; 
confunde la lengua de ellos;
Porque he visto violencia y rencilla en la ciudad. 
10 Día y noche la rodean 
sobre sus muros,
E iniquidad y trabajo hay en medio de ella.

11 

11 Maldad hay en medio de ella,
Y el fraude y el engaño no se apartan de sus plazas. 
12 Porque no me afrentó un enemigo,
Lo cual habría soportado;
Ni se alzó contra mí el que me aborrecía,
Porque me hubiera ocultado de él; 

13 Sino tú, hombre, al parecer íntimo mío,
Mi guía, y mi familiar;

14 

14 Que juntos comunicábamos dulcemente los secretos,
Y andábamos en amistad en la casa de Dios.
15 Que la muerte les sorprenda;
Desciendan vivos al Seol,
Porque hay maldades en sus moradas, en medio de ellos.

16 

16 En cuanto a mí, a Dios clamaré;
Y Jehová me salvará. 
17 Tarde y mañana y a mediodía oraré y clamaré,
Y él oirá mi voz. 
18 El redimirá en paz mi alma de la guerra contra mí,
Aunque contra mí haya muchos.
19 Dios oirá, y los quebrantará luego,
El que permanece desde la antigüedad;
Por cuanto no cambian,
Ni temen a Dios. Selah 
20 Extendió el inicuo sus manos contra los que estaban en paz con él;
Violó su pacto. 
21 Los dichos de su boca son más blandos que mantequilla,
Pero guerra hay en su corazón;
Suaviza sus palabras más que el aceite,
Mas ellas son espadas desnudas.
22 Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará;
No dejará para siempre caído al justo.
23 Mas tú, oh Dios, harás descender aquéllos al pozo de perdición.
Los hombres sanguinarios y engañadores no llegarán a la mitad de sus días; Pero yo en ti confiaré.
(Libro de los Salmos para la gloria y alabanza de Diosrevelada a su iglesia a través del maravilloso Espíritu Santo Salmo 55:1-23 Reina-Valera 1960)