1 Aclamad a Dios con alegría, toda la tierra.
2 Cantad la gloria de su nombre;
Poned gloria en su alabanza.
3 Decid a Dios: ¡Cuán asombrosas son tus obras!
Sus ojos atalayan sobre las naciones;
Los rebeldes no serán enaltecidos. Selah
8 Bendecid, pueblos, a nuestro Dios,
Y haced oír la voz de su alabanza.
9 El es quien preservó la vida a nuestra alma,
Y no permitió que nuestros pies resbalasen.
10 Porque tú nos probaste, oh Dios;
Nos ensayaste como se afina la plata.
12 Hiciste cabalgar hombres sobre nuestra cabeza;
Pasamos por el fuego y por el agua,
Y nos sacaste a abundancia.
13 Entraré en tu casa con holocaustos;
Te pagaré mis votos,
14 Que pronunciaron mis labios
Y habló mi boca, cuando estaba angustiado.
Con sahumerio de carneros;
Te ofreceré en sacrificio bueyes y machos cabríos. Selah
17 A él clamé con mi boca,
Y fue exaltado con mi lengua.
19 Mas ciertamente me escuchó Dios;
Atendió a la voz de mi súplica.
(Libro de los Salmos para la gloria y alabanza de Dios, revelada a su iglesia a través del maravilloso Espíritu Santo Salmo 66:1-20 Reina-Valera 1960)