Jesús ora por sus discípulos
17 Estas
cosas habló Jesús, y levantando los ojos
al cielo, dijo: Padre, la hora ha llegado;
glorifica a tu Hijo, para que también tu Hijo te glorifique a ti;
2 como le has dado
potestad sobre toda carne, para
que dé vida eterna a todos los que le diste.
3 Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el
único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.
4 Yo te he glorificado en
la tierra; he acabado la obra que me diste que hiciese.
5 Ahora pues, Padre,
glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el
mundo fuese.
6 He manifestado tu
nombre a los hombres que del mundo me diste; tuyos
eran, y me los diste, y han guardado tu palabra.
7 Ahora han conocido que
todas las cosas que me has dado, proceden de ti;
8 porque las palabras que
me diste, les
he dado; y ellos las recibieron, y han conocido verdaderamente que salí de ti, y
han creído que tú me enviaste.
9 Yo ruego por ellos; no ruego por
el mundo, sino
por los que me diste; porque
tuyos son,
10 y todo lo mío es
tuyo, y lo tuyo mío; y
he sido glorificado en ellos.
11 Y ya no estoy en el
mundo; mas
éstos están en el mundo, y
yo voy a ti. ...
...Padre santo, a los que me has dado, guárdalos en tu nombre, para que sean uno, así como nosotros.
...Padre santo, a los que me has dado, guárdalos en tu nombre, para que sean uno, así como nosotros.
12 Cuando estaba con ellos en el mundo, yo
los guardaba en tu nombre; a los que me diste, yo
los guardé, y
ninguno de ellos se perdió, sino
el hijo de perdición, para
que la Escritura se cumpliese.
13 Pero ahora voy a ti; y hablo esto
en el mundo, para que tengan mi gozo cumplido en sí mismos.
14 Yo les he dado tu
palabra; y el mundo los aborreció, porque no son del
mundo, como tampoco yo soy del mundo.
15 No ruego que los quites
del mundo, sino que los guardes del mal.
16 No son del mundo, como tampoco
yo soy del mundo.
17 Santifícalos en tu
verdad; tu palabra es verdad.
18 Como tú me enviaste al
mundo, así yo los he enviado al mundo.
19 Y por ellos yo me
santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad.
20 Mas no ruego solamente
por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos,
21 para que todos sean uno; como tú, oh
Padre, en mí, y yo en ti, que
también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste.
22 La gloria que me diste,
yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno.
23 Yo en ellos, y tú en mí, para que sean
perfectos en unidad, ...
...para
que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado.
24 Padre, aquellos que me
has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo,
para que vean mi gloria que me has dado; porque me has amado desde antes de la fundación del mundo.
25 Padre justo, el mundo no
te ha conocido, pero yo te he conocido, y éstos han conocido que tú me enviaste.
26 Y les he dado a
conocer tu nombre, y lo daré a conocer aún, para
que el amor con que me has amado, esté en ellos, y yo en ellos.
(Evangelio del Señor Jesucristo, escrito por el apostol Juan. Capítulo 17, versículos del 1-26. Versión: Reina Valera 60)