jueves, 15 de septiembre de 2022

¡Bienaventurado el pueblo cuyo Dios es Jehová! Salmo 144


Oración pidiendo socorro y prosperidad
Salmo de David.

1 Bendito sea Jehová, mi roca, 
Quien adiestra mis manos para la batalla,
Y mis dedos para la guerra;
2 Misericordia mía y mi castillo,
Fortaleza mía y mi libertador,

Escudo mío, en quien he confiado;
El que sujeta a mi pueblo debajo de mí.
3 Oh Jehová, ¿Qué es el hombre, para que en él pienses,
O el hijo de hombre, para que lo estimes?
4 El hombre es semejante a la vanidad;
Sus días son como la sombra que pasa.
5 Oh Jehová, inclina tus cielos y desciende;
Toca los montes, y humeen.
6 Despide relámpagos y disípalos,
Envía tus saetas y túrbalos.
7 Envía tu mano desde lo alto;
Redímeme, 
y sácame de las muchas aguas,
De la mano de los hombres extraños,
8 Cuya boca habla vanidad,
Y cuya diestra es diestra de mentira.
9 Oh Dios, a ti cantaré cántico nuevo;

Con salterio, con decacordio cantaré a ti.
10 Tú, el que da victoria a los reyes,
El que rescata de maligna espada David su siervo.
11 Rescátame, y líbrame de la mano de los hombres extraños,
Cuya boca habla vanidad,
Y cuya diestra es diestra de mentira.
12 Sean nuestros hijos como plantas crecidas en su juventud,
Nuestras hijas como esquinas labradas como las de un palacio;
13 Nuestros graneros llenos, provistos de toda suerte de grano;
Nuestros ganados, que se multipliquen a millares y decenas de millares en nuestros campos;
14 Nuestros bueyes estén fuertes para el trabajo;
No tengamos asalto, ni que hacer salida,
Ni grito de alarma en nuestras plazas.
15 Bienaventurado el pueblo que tiene esto;
Bienaventurado el pueblo cuyo Dios es Jehová.

 (Libro de los Salmos para la gloria y alabanza de Diosrevelada a su iglesia a través del maravilloso Espíritu Santo: Salmo 144:1-15 Reina-Valera 1960)


jueves, 1 de septiembre de 2022

¡Porque en ti he confiado! Salmo 143

       Súplica de liberación y dirección
Salmo de David.
1 Oh Jehová, oye mi oración, escucha mis ruegos;
Respóndeme por tu verdad, por tu justicia.
2 Y no entres en juicio con tu siervo;
Porque no se justificará delante de ti ningún ser humano.
3 Porque ha perseguido el enemigo mi alma;
Ha postrado en tierra mi vida;
Me ha hecho habitar en tinieblas como los ya muertos.
4 Y mi espíritu se angustió dentro de mí;
Está desolado mi corazón.
5 Me acordé de los días antiguos;
Meditaba en todas tus obras;
Reflexionaba en las obras de tus manos.
6 Extendí mis manos a ti,
Mi alma a ti como la tierra sedienta. Selah
7 Respóndeme pronto, oh Jehová, porque desmaya mi espíritu;
No escondas de mí tu rostro,
No venga yo a ser semejante a los que descienden a la sepultura.
8 Hazme oír por la mañana 
tu misericordia,
Porque en ti he confiado;
Hazme saber el camino por donde ande,
Porque a ti he elevado mi alma.
9 Líbrame de mis enemigos, 
oh Jehová;
En ti me refugio.
10 Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios;
Tu buen espíritu me guíe a tierra de rectitud.
11 Por tu nombre, oh Jehová, me vivificarás;
     Por tu justicia sacarás mi alma de angustia.
12 Y por tu misericordia disiparás a mis enemigos,
Y destruirás a todos los adversarios de mi alma,
Porque yo soy tu siervo.

 (Libro de los Salmos para la gloria y alabanza de Diosrevelada a su iglesia a través del maravilloso Espíritu Santo: Salmo 143:1-12Reina-Valera 1960)

¡Tú eres mi esperanza! Salmo 142


Petición de ayuda en medio de la prueba
Masquil de David. Oración que hizo cuando estaba en la cueva.

1 Con mi voz clamaré a Jehová;
Con mi voz pediré a Jehová misericordia.
2 Delante de él expondré mi queja;
Delante de él manifestaré mi angustia.
3 Cuando mi espíritu se angustiaba dentro de mí, tú conociste mi senda.
En el camino en que andaba, me escondieron lazo.
4 Mira a mi diestra y observa, pues no hay quien me quiera conocer;
No tengo refugio, ni hay quien cuide de mi vida.
5 Clamé a ti, oh Jehová;
Dije: Tú eres mi esperanza,
Y mi porción en la tierra de los vivientes.
6 Escucha mi clamor, porque estoy muy afligido.
Líbrame de los que me persiguen, porque son más fuertes que yo.
7 Saca mi alma de la cárcel, para que alabe tu nombre;
Me rodearán los justos,
Porque tú me serás propicio.

 (Libro de los Salmos para la gloria y alabanza de Diosrevelada a su iglesia a través del maravilloso Espíritu Santo: Salmo 142:1-7 Reina-Valera 1960)