miércoles, 18 de octubre de 2017

¡SUFRIMIENTO DEL SEÑOR JESÚS POR AMOR DE SU NOVIA, SU IGLESIA!

Pilato interroga a Jesús
11 Jesús, pues, estaba en pie delante del gobernador; y éste le preguntó, diciendole: 
¿Eres tú el Rey de los judíos? 
Jesús le dijo: 
Tú lo dices.
12 Y siendo acusado por los principales sacerdotes y por los ancianos,
nada respondió.
13 Pilato entonces le dijo: 
¿No oyes cuántas cosas testifican contra ti?
14 Pero Jesús no le respondió ni una palabra; de tal manera que el gobernador se maravillaba mucho.
Jesús sentenciado a muerte
15 Ahora bien, en el día de la fiesta acostumbraba el gobernador soltar al pueblo un preso, el que quisiesen.
16 Y tenían entonces un preso famoso llamado Barrabás.
17 Reunidos, pues, ellos, les dijo Pilato: ¿A quién queréis que os suelte: a Barrabás, o a Jesús, llamado el Cristo?
18 Porque sabía que por envidia le habían entregado.
19 Y estando él sentado en el tribunalsu mujer le mandó decir: No tengas nada que ver con ese justo; ...
...porque hoy he padecido mucho en sueños por causa de él.
20 Pero los principales sacerdotes y los ancianos persuadieron a la multitud que pidiese a Barrabás, y que Jesús fuese muerto.
21 Y respondiendo el gobernador, les dijo: ¿A cuál de los dos queréis que os suelte? Y ellos dijeron: A Barrabás.
22 Pilato les dijo: ¿Qué, pues, haré de Jesúsllamado el Jesús Cristo
Todos le dijeron: ¡Sea crucificado!

 23 Y el gobernador les dijo: 
Pues ¿qué mal ha hecho? 
Pero ellos gritaban aún más, diciendo: 
¡Sea crucificado!


24 Viendo Pilato que nada adelantaba, sino que se hacía más alboroto, tomó agua y se lavó las manos delante del pueblo, diciendo:  
Inocente soy yo 
de la sangre 
de este justo; 
allá vosotros.
25 Y respondiendo todo el pueblo, dijo: 
Su sangre sea sobre nosotros, 
y sobre nuestros hijos.
26 Entonces les soltó a Barrabás; y habiendo azotado a Jesúsle entregó para ser crucificado. 
27 Entonces los soldados del gobernador llevaron a Jesús al pretorio, y reunieron alrededor de él a toda la compañía;
28 y desnudándole, le echaron encima un manto de escarlata,
29 y pusieron sobre su cabeza una corona tejida de espinas, 
y una caña en su mano derecha; e hincando la rodilla delante de él, le escarnecían, diciendo: ¡Salve, Rey de los judíos!
30 Y escupiéndoletomaban la caña y le golpeaban en la cabeza.
31 Después de haberle escarnecido, le quitaron el manto, le pusieron sus vestidos, y le llevaron para crucificarle.

(Sufrimiento del   Señor Jesucristo para obrar nuestra redención, ¡Aleluya! ¡Bendito Rey y Señor! Mateo, capítulo 27, versículos del 11 al 31. Reina-Valera 1960)
¡GRACIAS PRECIOSO SALVADOR!
¡MI ALMA TE ALABA!