Pedro y Juan son perseguidos
Hechos 5:17-42
("...Y por la mano de los apóstoles se hacían muchas señales y prodigios en el pueblo;... Y aun de las ciudades vecinas muchos venían a Jerusalén, trayendo enfermos y atormentados de espíritus inmundos; y todos eran sanados.)17 Entonces levantándose el sumo sacerdote
y todos los que estaban con él,
…esto es, la secta de los saduceos, (*)
se llenaron de celos;
18 y echaron mano a los apóstoles
y los pusieron en la cárcel pública.
19 Mas un ángel del Señor, abriendo de noche
las puertas de la cárcel …
…y sacándolos, dijo:
20 Id, y puestos en pie en el templo, anunciad al pueblo
todas las palabras de esta vida.
21 Habiendo oído esto, entraron de mañana en el templo,
y enseñaban.
Entre tanto, vinieron el sumo sacerdote y los que estaban con él, y convocaron al concilio y a todos los ancianos de los hijos de Israel, y enviaron a la cárcel para que fuesen traídos.
22 Pero cuando llegaron los alguaciles, no los hallaron en la cárcel; entonces volvieron y dieron aviso,
23 diciendo: Por cierto, la cárcel hemos hallado cerrada con toda seguridad, y los guardas afuera de pie ante las puertas; mas cuando abrimos, a nadie hallamos dentro.
24 Cuando oyeron estas palabras el sumo sacerdote y el jefe de la guardia del templo y los principales sacerdotes, dudaban en qué vendría a parar aquello.
25 Pero viniendo uno, les dio esta noticia: He aquí, los varones que pusisteis en la cárcel están en el templo, y enseñan al pueblo.
26 Entonces fue el jefe de la guardia con
los alguaciles, y los trajo sin violencia, porque temían ser apedreados por el pueblo.
27 Cuando los trajeron, los presentaron en el concilio, y el sumo sacerdote les preguntó,
28 diciendo: ¿No os mandamos estrictamente que no enseñaseis en ese nombre? Y ahora habéis llenado a Jerusalén de vuestra doctrina, y queréis echar sobre nosotros la sangre de ese hombre.
29 Respondiendo Pedro y los apóstoles, dijeron: Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres.
30 El Dios de nuestros padres levantó a Jesús, a quien vosotros matasteis colgándole en un madero.
31 A este, Dios ha exaltado con su diestra por Príncipe y Salvador, para dar a Israel arrepentimiento y perdón de pecados.
32 Y nosotros somos testigos suyos de estas cosas, y también el Espíritu Santo, el cual ha dado Dios a los que le obedecen.
33 Ellos, oyendo esto, se enfurecían y querían matarlos.
34 Entonces levantándose en el concilio un fariseo llamado Gamaliel, doctor de la ley, venerado de todo el pueblo, mandó que sacasen fuera por un momento a los apóstoles,
35 y luego dijo: Varones israelitas, mirad por vosotros lo que vais a hacer respecto a estos hombres.
36 Porque antes de estos días se levantó Teudas, diciendo que era alguien. A este se unió un número como de cuatrocientos hombres; pero él fue muerto, y todos los que le obedecían fueron dispersados y reducidos a nada.
37 Después de este, se levantó Judas el galileo, en los días del censo, y llevó en pos de sí a mucho pueblo. Pereció también él, y todos los que le obedecían fueron dispersados.
38 Y ahora os digo: Apartaos de estos hombres, y dejadlos; porque si este consejo o esta obra es de los hombres, se desvanecerá;
39 mas si es de Dios, no la podréis destruir; no seáis tal vez hallados luchando contra Dios.
40 Y convinieron con él; y llamando a los apóstoles, después de azotarlos, les intimaron que no hablasen en el nombre de Jesús,
… y los pusieron en libertad.
41 Y ellos salieron de la presencia del concilio, gozosos de haber sido tenidos por dignos de padecer afrenta por causa del Nombre.
42 Y todos los días, en el templo y por las casas, no cesaban de enseñar y predicar a Jesucristo.
(Libro de los Hechos de los apóstoles para la gloria y alabanza de Dios, revelada a su iglesia a través del maravilloso Espíritu Santo
Hechos 5:17-42 Reina-Valera 1960)
Notas:
(*) Hechos 5:17b "La secta de los saduceos":
Los saduceos, eran personas de la alta sociedad, miembros de familias sacerdotales, cultos, ricos y aristócratas. De entre ellos habían salido desde el inicio de la ocupación romana los sumos sacerdotes que, en ese momento, eran los representantes judíos ante el poder imperial.Aunque no tenían tanta influencia entre el pueblo como los fariseos, tenían mucho poder y dinero, por lo que ejercían su control sobre la nación. No creían en la resurrección, ni en ángeles ni en espíritu (Hechos 23:8), mientras que los fariseos sí creían en estas cosas.
Los saduceos se negaron a ir más allá de la Torá escrita (los primeros cinco libros de la Biblia) y, por lo tanto, a diferencia de los fariseos, negaron la inmortalidad del alma, la resurrección corporal después de la muerte y, según los Hechos de los Apóstoles (23:8) , el quinto libro del Nuevo Testamento: la existencia de espíritus angelicales. (https://enciclopediadehistoria.com)