“Viendo la multitud, subió al monte; y sentándose, vinieron a él sus discípulos. Y abriendo su boca les enseñaba…”
Jesús y el ayuno
16 Cuando ayunéis, no seáis austeros, como los hipócritas; porque ellos demudan sus rostros para mostrar a los hombres que ayunan; de cierto os digo que ya tienen su recompensa.
17 Pero tú, cuando ayunes, unge tu cabeza y lava tu rostro,
18 para no mostrar a los hombres que ayunas, sino a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.
(Enseñanzas
del Sermón del Monte, por el precioso Señor Jesucristo, registrado
por el apóstol Mateo, capítulo 6, versículos
del 1-4 Versión
Reina-Valera 1960 )
"Muchos oran, a veces
por años sin grandes resultados, y en cuanto ayunan siete, diez o veintiún días
sin entregar y orando eficazmente encuentran que Dios les contesta y les
resuelve los problemas en forma gloriosa, y crecen en forma espiritual como
nunca antes. La Biblia
confirma esto muy claramente. Joel 2:12 dice: “convertíos a mí de todo vuestro
corazón, con ayuno y lloro y lamento. Note que es
ayunando y orando con lágrimas y gemidos. Es necesario este tipo de batalla, ya que es grande lo que la redención compró
para nosotros y el diablo va
a hacer lo indecible por robarte aunque sea parte de ello. La redención nos dio de nuevo todo lo que el
hombre tenía antes del pecado. El pecado fue el que trajo la enfermedad y la
muerte y todas las maldiciones relacionadas. Cristo nos redimió y toda maldición
fue crucificada. Él fue hecho maldición por causa nuestra. El pecado, la
enfermedad y la muerte fueron vencidos, y todo lo que sea maldición fue quitado
por la obra redentora de
Jesús en el Calvario. ¡Aleluya!
El mensaje del Evangelio de
reino es mensaje de vida y poder. Sólo por la
fe lo podemos poseer. Por la palabra lo recibimos. Su Palabra es vida y
medicina para todo nuestro cuerpo. (Pr. 4:20-22)
La Biblia dice:
"En Él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres” (Juan 1:4) Nos
podemos mantener vivos y en salud por la
fe en lo que Cristo ya compró con Su Sangre Para, apropiamos de este maravilloso beneficio
de la redención hay que vivir la Palabra. Ore, ayune y
reclame.
Medite en la Palabra sin cesar.
Ese es el pan de vida. Reclama
en ayuno y oración que tu vida se restaure totalmente al estado original
antes del pecado. Conforme
a la redención que ya Cristo obró en la cruz, tienes derecho a hacerlo. ¡Gloria a Dios! Reclámalo en ayuno y oración y con la Palabra que le da la autoridad. Cristo dijo: "He venido para que en Mí tengan vida y para que
la tengan en abundancia". (Juan10:10) Abundancia en todo sentido. Abundancia de días. Perfecta
salud, vigor, y santidad, gozo y paz que sobrepuje todo entendimiento. Esto es
para las nuevas criaturas en Cristo. Es para los hijos de Dios. Victoria total.
Es total redención para el hombre. Es la vida de Cristo en los creyentes. ¡Aleluya! " Fuente: "La total redención" Yiye Avila.