“Viendo la multitud, subió al monte; y sentándose, vinieron a él sus discípulos. Y abriendo su boca les enseñaba…”
La puerta estrecha
13 Entrad por la puerta estrecha;
porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición,
y muchos son los que entran por ella;
y muchos son los que entran por ella;
14 porque estrecha es la puerta,
y angosto el camino que lleva a la vida,
y pocos son los que la hallan.
(Evangelio del Señor Jesucristo, escrito por el apóstol Mateo Capítulo 7 versículos del 13-14 Versión: Reina-Valera 1960)
La única puerta por la cual podemos entrar para llegar un día al Padre, es "estrecha" y ella nos conduce por un camino angosto, fino, la puerta es Jesús, no hay otra puerta, solo el
redentor de nuestras almas, el Salvador del mundo, es la puerta y sólo él es quien nos limpia de todo pecado. Por la fe en Él
somos hechos Hijos de Dios, así limpios, libres de toda atadura pecaminosa,
caminamos con Él por el camino fino, el camino angosto, el camino de santidad, "su camino", donde existe un rechazo al pecado, y un anhelo ardiente de agradar a Dios en
todo, en nuestro mirar, en nuestro caminar, hablar, vestir, vivir, negándonos a nosotros
mismos como Él nos lo enseña, para poder andar en su presencia. Caminar por el camino angosto, como sus discípulos, implica el renunciar a
nuestras propias vidas, para vivir por él y para él…
Pues Dios no quiere la elevación del hombre sino la de su hijo amado Jesús en nuestras vidas, como dijo Juan el Bautista, "es necesario que él crezca y que yo disminuya" Juan 3:30 ¡Aleluya!
Eso implica aprender a morir para poder vivir, y encontrar que en medio de ese caminar, no existe nada más hermoso que ser uno con Él, y con gratitud, y amor servirle...
Que su Santo Espíritu nos ayude a ser moldeados, a través de la comunión con el Señor Jesús...
¡TODO DEJARÉ POR TI JESÚS BENDITO!
Que su Santo Espíritu nos ayude a ser moldeados, a través de la comunión con el Señor Jesús...
¡TODO DEJARÉ POR TI JESÚS BENDITO!