jueves, 22 de junio de 2017

¡JESÚS SANA A UN LEPROSO!

“Cuando descendió Jesús del monte, le seguía mucha gente...”  A partir de allí se produce una serie de milagros maravillosos de su poder y autoridad.
Jesús sana a un leproso

8  Cuando descendió Jesús del monte, ...
...le seguía mucha gente.
2 Y he aquí vino un leproso (*)
y se postró ante él
diciendo: 
Señor
si quieres, 
puedes limpiarme.

3 Jesús extendió la mano y le tocó, 
diciendo: Quiero; sé limpio. 
Y al instante su lepra desapareció.
4 Entonces Jesús le dijo: 
Mira, no lo digas a nadie; 
sino ve, muéstrate al sacerdote, 
y presenta la ofrenda que ordenó Moisés, (*)
Imagen relacionada
para testimonio a ellos.





Evangelio del Señor Jesucristo,  escrito por San Mateo capítulo 8 versículos  1- 4  Reina Valera  60. )

Notas:

(*) Leproso: 
La lepra, era una terrible enfermedad pero  "…lo que aún era más doloroso, es que la lepra hacía a las personas ceremonialmente impuras. En algún momento, este hombre habría sido examinado por un sacerdote y diagnosticado como leproso. Desde entonces estaba obligado a vivir al margen del pueblo de Dios y excluido de la vida religiosa de Israel (Levítico 13:45-46). Unido a esto estaba la terrible duda que se generaba en el leproso de si tal vez Dios mismo lo rechazaba. (Fuente : http://www.escuelabiblica.com)

Podemos ver una reflexión de esta condición del hombre leproso: 
“…el leproso de nuestro texto no era un insensato. Anhelaba ardientemente ser liberado de su terrible mal: con todo su corazón y su alma quería ser limpiado de su grave impureza. ¡Oh, que sucediera lo mismo con ustedes! ¡Quiera el Señor hacerles sentir cuán depravado es su corazón y cuán enfermas por el pecado están todas las facultades de sus almas! ¡Ay, queridos amigos, hay algunos que inclusive aman su lepra! 

¿No es triste que debamos hablar así? Ciertamente, la locura anida en el corazón de los hombres. Los hombres no quieren ser salvados de hacer el mal. Aman los caminos y el salario de la iniquidad. Quisieran ir al cielo, pero sin tener que abandonar sus borracheras a lo largo del camino; les gustaría ser salvados del infierno, mas no del pecado que es la causa del mismo. 
Su concepto de salvación no consiste en ser salvados del amor al mal, ni ser hechos puros y limpios; pero eso es lo que Dios hace cuando habla de salvación. ¿Cómo pueden anhelar ser esclavos del pecado y a la vez ser libres? Nuestra necesidad básica es ser salvados del pecado. El propio nombre de Jesús nos dice eso: es llamado Jesús porque "salvará a su pueblo de sus pecados." Estas personas no quieren una salvación que signifique un esfuerzo de sacrificio y una renuncia a sus lujurias impías. ¡Oh, leprosos desventurados, que consideran que su lepra es una belleza y se deleitan en el pecado, que a los ojos de Dios es más repulsivo que la peor enfermedad corporal! iOh, que Cristo Jesús viniera y les modificara su manera de ver las cosas hasta poseer la misma mente de Dios hacia el pecado; y ustedes saben que lo llama "esta cosa abominable que yo aborrezco."! Si los hombres pudieran ver que su amor por el pecado es una enfermedad más grave que la lepra, ciertamente buscarían ser salvados, ¡y ser salvados de inmediato! ¡Espíritu Santo, convéncelos de su pecado, para que los pecadores anhelen ser limpiados!" (fragmento del mensaje Jesús sana a un leproso por Charles Spurgeon)

(*) "..muéstrate al sacerdote y presenta la ofrenda que ordenó Moisés..."

"...El Señor pretendía que la vida social y religiosa de aquel hombre en Israel fuera completamente restaurada, y los encargados de hacerlo eran los sacerdotes siguiendo las instrucciones que marcaba la ley.
Al mismo tiempo, el hecho de que el leproso sanado se presentará ante el sacerdote para ser examinado por él, serviría para verificar que la curación había sido verdadera (Levítico 13). Y de esta forma el Señor estaba enviando un mensaje claro a los sacerdotes acerca de quién era él. (Fuente: http://www.escuelabiblica.com)

Las ofrendas que debían presentar se encuentran en Levítico capítulo 14.