Jesús calma la tempestad
22 Aconteció un día, que entró en una barca con sus discípulos, y les dijo: Pasemos al otro lado del lago. Y partieron.
23 Pero mientras navegaban, él se durmió. Y se desencadenó una tempestad de viento en el lago; y se anegaban y peligraban.
24 Y vinieron a él y le despertaron, diciendo: ¡Maestro, Maestro, que perecemos!
Despertando él, reprendió al viento...
y a las olas; y cesaron,
Y atemorizados, se maravillaban,
y se decían unos a otros:
¿Quién es éste,
que aun a los vientos
y a las aguas manda,