Parábola
del sembrador
5 El
sembrador salió a sembrar su semilla; y mientras sembraba, una parte cayó junto
al camino, y fue hollada, y las aves del cielo la comieron.
6 Otra
parte cayó sobre la piedra; y nacida, se secó, porque no tenía humedad.
7 Otra
parte cayó entre espinos, y los espinos que nacieron juntamente con ella, la
ahogaron.
8 Y
otra parte cayó en buena tierra, y nació y llevó fruto a ciento por uno.
Hablando estas cosas, decía a gran voz: El que tiene oídos para oír, oiga.
9 Y
sus discípulos le preguntaron, diciendo: ¿Qué significa esta parábola?
10 Y
él dijo: A vosotros os es dado conocer los misterios del reino de Dios; ...
...pero a
los otros por parábolas, para que viendo no vean, y oyendo no entiendan.
11 Esta
es, pues, la parábola: La semilla es la palabra de Dios.
12 Y
los de junto al camino son los que oyen, y luego viene el diablo y quita de su
corazón la palabra, para que no crean y se salven.
13 Los
de sobre la piedra son los que habiendo oído, reciben la palabra con gozo; pero
éstos no tienen raíces; creen por algún tiempo, y en el tiempo de la prueba se
apartan.
14 La
que cayó entre espinos, éstos son los que oyen, pero yéndose, son ahogados por
los afanes y las riquezas y los placeres de la vida, y no llevan fruto.
15 Mas
la que cayó en buena tierra, éstos son los que con corazón bueno y recto
retienen la palabra oída, y dan fruto con perseverancia.
(Las Buenas Nuevas de nuestro Señor Jesucristo, revelada a su iglesia a través del maravilloso Espíritu Santo
Lucas, capítulo 8, versículos del 4 al 15 Reina-Valera 1960)
Notas:
La Fe es el tesoro más grande que Dios nos ha dado, cuídala, preservala, engrandécela, con tu relación con un Dios vivo. No dejes que el enemigo de nuestras almas te robe "La Fe" que Dios te ha dado, para que alcanses salvación; por ello medita en la Santa Palabra de Dios, la palabra es CRISTO, así que cada ves que la leas impartirás la VIDA de Cristo en ti. *No sólo la leas sino medítala, léela vuelve a leer y siempre orando para que el Espíritu Santo te ayude a entenderla y no seas un oidor de la palabra olvidadizo sino uno que tenga en su mente y corazón las instrucciones del Señor Jesús y viva por ellas.*