EL COSTO DE SER CRISTIANO
23 "Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo,
tome su cruz cada día,
y sígame. (*)
tome su cruz cada día,
y sígame.
24 Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, éste la salvará.
25 Pues ¿qué aprovecha al hombre, si gana todo el mundo,...
...y se destruye o se pierde a sí mismo?
...y se destruye o se pierde a sí mismo?
26 Porque el que se avergonzare de mí...
y de mis palabras,
y en la del Padre, y de los santos ángeles.
27 Pero os digo en verdad, que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte hasta que vean el reino de Dios.
Notas:
Lucas 9:23b "...niéguese
a si mismo":
“Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo...” La
negación del Yo no es lo mismo que la abnegación. Esto último significa
privarse de algunas comidas, placeres o posesiones. La negación del Yo es una sumisión tan completa al Señorío de Cristo,
que el Yo no tiene derechos ni autoridad alguna. Significa que el Yo abdica del trono. Henry Martin lo expresa así: “Señor, no permitas que tenga
voluntad propia ni considere que mi felicidad depende en lo más mínimo de las
cosas que pueden sucederme exteriormente, sino que descanse completamente en tu voluntad.”
Lucas 9:23c "...tome su cruz, cada día"
“Tomar la cruz no se refiere a una enfermedad física o angustia
mental, puesto que estas cosas son comunes a todos los hombres. La cruz es una
senda escogida deliberadamente. Es un “camino que tal
como el mundo lo considera es una deshonra y un reproche.”
La cruz es el emblema de la persecución, la vergüenza y el abuso que el mundo cargó
sobre el Hijo de Dios y que el mundo cargará sobre todos aquellos que elijan ir
contra la corriente. Cualquier creyente puede
evitar la cruz conformándose a este mundo y a sus caminos. ”
(William Mc Donald "El Verdadero Discipulado")
Lucas 9:23d "...y sígame" Seguir a Cristo es caminar con él como anduvieron los primeros discípulos que él
llamo, de día, por la tarde, de noche, encontrar en su mirar, la verdad, ¡Porque él vive! Así
recibiremos la luz que necesitamos para brillar en medio de las tinieblas. Es ser uno con Él.